Tudor

Historia de Tudor
Los orígenes: desde 1926 hasta 1949

LA INTUICIÓN DE HANS WILSDORF

«Llevaba muchos años considerando la idea de crear relojes que nuestros distribuidores pudieran vender a un precio un poco más bajo que el de nuestros Rolex, pero alcanzando los mismos niveles de confianza por los que Rolex es reconocido en todo el mundo. Por eso decidí fundar una empresa específicamente dedicada a la fabricación y venta de estos nuevos relojes. Esta empresa se llama Montres TUDOR S.A.» Hans Wilsdorf

1926

Nacimiento de la marca

En febrero de 1926, la casa «Veuve de Philippe Hüther», comerciante y fabricante de relojes, registra la marca «The TUDOR» para Hans Wilsdorf, quien establecido en Ginebra, adquiere del depositario los derechos exclusivos de uso.

1932

PRIMEROS RELOJES TUDOR EN AUSTRALIA

Los primeros relojes llevan una simple indicación de TUDOR en la esfera, con la barra horizontal de la T prolongada sobre las demás letras. Solo en algunos casos aparece también el nombre de Rolex. En efecto, Rolex garantizaría la calidad técnica y estética de los relojes TUDOR hasta que la marca adquiriese una autonomía propia en su ámbito. Los relojes firmados por TUDOR incluían modelos tanto para hombre como para mujer y eran esencialmente rectangulares, con forma de tonel o con los bordes biselados. En 1932 se hace entrega a la empresa Willis de unos modelos TUDOR exclusivos para el mercado australiano. Esta empresa se encargaría de distribuirlos a las mejores joyerías del país. TUDOR «CATANACH’S» El reloj rectangular con los bordes biselados en metal cromado presentado aquí ilustra la clase de producto que TUDOR creó en sus primeros tiempos. Contaba con una esfera en dos tonos dividida en dos sectores con índices luminiscentes en números árabes, agujas de bastón en acero azulado y de material luminiscente, una graduación minuto a minuto y un segundero pequeño en la posición de las 6 h. El Calibre tenía forma de tonel y resultaba reconocible por sus tres rubíes rojos visibles sobre la platina superior. Catanach’s Jewellers, establecida en Melbourne desde 1874, es una de las familias de joyeros más antiguas de Australia.

1936

HANS WILSDORF RETOMA LA MARCA «THE TUDOR»

El 15 de octubre de 1936, la casa «Veuve de Philippe Hüther» transfiere la marca «The TUDOR» a Hans Wilsdorf. En esta misma época aparecía en las esferas la rosa de la dinastía TUDOR. Inscrita dentro de un escudo, este logotipo simbolizaba la unión invencible de la fuerza, la robustez del reloj, y la elegancia, la belleza de sus líneas.

1946

CREACIÓN DE LA EMPRESA «MONTRES TUDOR S.A.»

Recién terminada la Segunda Guerra Mundial, Hans Wilsdorf supo que había llegado el momento de expandirse y dotar a la marca de una identidad propia. Así, el 6 de marzo de 1946, creó la empresa «Montres TUDOR S.A.», especializada en modelos tanto para hombre como para mujer. Rolex garantizaría las características técnicas, estéticas y funcionales, además de la distribución y el servicio postventa.

1947

EVOLUCIÓN DEL LOGOTIPO

En 1947, justo un año después de la presentación oficial de TUDOR, el escudo fue desapareciendo gradualmente del logotipo. En adelante, consistiría únicamente en el nombre de la empresa y la rosa —delicadamente dibujada o en forma de aplique en relieve—, para enfatizar así la elegancia y el estilo de la marca.

TUDOR OYSTER 4463

El ejemplo con referencia 4463 presentado aquí cuenta con una caja Oyster hermética de 34 mm. La esfera plateada consta de índices y números árabes luminiscentes. Las agujas de las horas y los minutos también son luminiscentes. El segundero está pintado de rojo para una mejor legibilidad. El fondo de la caja está enroscado y en él figura la inscripción «TUDOR». Su movimiento es el Calibre mecánico 59 con sistema antigolpes y dos posiciones de ajuste. Lleva una corona remachada de tipo Oyster patentada.

1948:

PRIMEROS ANUNCIOS PUBLICITARIOS ESPECÍFICOS DE TUDOR

En 1948 aparecen los primeros anuncios dedicados a TUDOR. La marca está claramente asociada a Rolex tanto en el texto como en el logotipo, y los modelos presentados se destinan igualmente a hombres y mujeres. Los argumentos publicitarios resaltan la estética del producto, la precisión cronométrica y su hermeticidad.