DIVAGANDO A TRAVÉS DEL TIEMPO
TUDOR ha publicado un cortometraje para ejemplificar el espíritu atrevido e innovador de Jay Chou, donde conduce sin temor un coche deportivo en una histórica pista de carreras ovalada en Montlhéry (Francia), divagando a través del tiempo. El cortometraje se inspira en los mundos mágicos creados por Jay Chou para sus obras y en las historias cinematográficas de viajes en el tiempo de los años ochenta. De esta forma, resalta la influencia de las figuras emblemáticas del pasado sobre la creatividad de hoy en día en relojería, música y otras formas artísticas. Los mayores admiradores de Chou reconocerán a su vez el homenaje a una de sus primeras películas donde interpretó a un aficionado de los automóviles.
AMANTE DEL BUEN GUSTO
Jay Chou lleva el atrevido híbrido Black Bay Chrono S&G, que combina la tradición acuática con el rey del circuito, el cronógrafo, para obtener un resultado de gran elegancia deportiva con un toque indiscutible de nostalgia. Amante del buen gusto y la cultura, Jay Chou lleva también el nuevo TUDOR 1926, un reloj mecánico extremadamente sofisticado —y, al mismo tiempo, sobrio— que combina la estética tradicional de los relojes con los excelentes resultados de la relojería moderna.
Reivindica
lo clásico
Jay Chou creció en el seno de una familia de maestros en Taiwán y, en vista de su precoz talento para la música, empezó a familiarizarse con el piano a los cuatro años. Posteriormente, aprendió a tocar el violonchelo y, hoy en día, Chopin sigue siendo su compositor favorito.
Desafiando
los límites
En el año 2007, Jay Chou fundó su propia discográfica, JVR Music, que fue pionera en la fusión intercultural de la música electrónica con el pop asiático. Esta cantera de talentos ha dejado patente en repetidas ocasiones que su visión como productor está en perfecta sintonía con las aspiraciones de los jóvenes de la mayoría de las zonas del Sudeste Asiático.
Jay Chou no solo escribe, compone y produce música, sino que también ha dirigido una gran cantidad de vídeos musicales, incluidos los suyos. Director consagrado de anuncios publicitarios tanto en Asia como en los EE. UU., expresa en este tipo de formatos cortos todas las sensaciones que le transmiten sus seguidores y las profundas inspiraciones personales que traslada al público.
Dispuesto
a todo
Jay Chou toca el piano, el violonchelo, el violín, la guitarra e instrumentos de percusión de distintas clases. Empezó su carrera componiendo letras y música, y después explotó todavía más su talento al iniciar su carrera como cantante, en el año 2000. Fue el primero en mezclar estilos musicales europeos, como la electrónica y el rhythm and blues, con la música clásica asiática, inventando así el «estilo Chou». Tras publicar varios álbumes de los que se vendieron millones de copias, debutó como actor.
Demostró, a través de diferentes superproducciones y éxitos de taquilla asiáticos, así como de importantes producciones de Hollywood, que se desenvolvía con tanta soltura en el cine como en los escenarios. Su filmografía también incluye el guion y la dirección de dos largometrajes que se ganaron el aplauso de la crítica. Como es natural, la música desempeñó un papel muy importante en ambas películas. Tras varios años trabajando como actor, se ha reencontrado con su primer amor, la música. Retomó su carrera en el punto donde la dejó, y rápidamente llegó a los primeros puestos de las listas de ventas de Asia con las giras mundiales de cada uno de sus álbumes.
Reinventándose
a sí mismo
Jay Chou también es famoso por su espíritu filántropo. Mostró su apoyo cuando un fuerte terremoto golpeó y devastó Taiwán en 2011, y de nuevo, cuando sobrevino un grave accidente industrial en 2014. Es embajador y uno de los principales donantes de la Fubon Charity Foundation, que se centra en la causa más importante de su vida: el cuidado y la educación de niños pobres, desfavorecidos y con discapacidades.
LA SELECCIÓN DE
JAY CHOU